La hipertensión sigue siendo un factor de riesgo importante de enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular. Las intervenciones no farmacológicas, como el ejercicio, son muy eficaces para reducir la presión arterial. Para determinar el mejor régimen de ejercicio para reducir la presión arterial, los investigadores realizaron un metanálisis de pares y redes a gran escala de 270 ensayos controlados aleatorizados con una muestra total de 15 827 personas, con evidencia de heterogeneidad.
El mayor riesgo de la hipertensión es que aumenta considerablemente los accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, como hemorragia cerebral, infarto cerebral, infarto de miocardio, angina de pecho, etc. Estos accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares son repentinos, causan discapacidad leve o una grave reducción de la fuerza física, causan muerte grave, su tratamiento es muy difícil y presentan propensión a las recaídas. Por lo tanto, la prevención de accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares es fundamental, y la hipertensión es el principal factor desencadenante.
Aunque el ejercicio no reduce la presión arterial, es muy útil para estabilizarla y retrasar el desarrollo de la hipertensión, por lo que puede reducir significativamente la probabilidad de accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares. Existen amplios estudios clínicos nacionales e internacionales, y los resultados son relativamente consistentes: el ejercicio adecuado puede reducir el riesgo de accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares en un 15 %.
Los investigadores identificaron evidencia que apoyó significativamente los efectos reductores de la presión arterial (sistólica y diastólica) de varios tipos de ejercicio: ejercicio aeróbico (-4,5/-2,5 mm Hg), entrenamiento de resistencia dinámica (-4,6/-3,0 mm Hg), entrenamiento combinado (entrenamiento de resistencia aeróbico y dinámico; -6,0/-2,5 mm Hg), entrenamiento en intervalos de alta intensidad (-4,1/-2,5 mm Hg) y ejercicio isométrico (-8,2/-4,0 mm Hg). En términos de reducción de la presión arterial sistólica, el ejercicio isométrico es el mejor, seguido del entrenamiento combinado, y en términos de reducción de la presión arterial diastólica, el entrenamiento de resistencia es el mejor. La presión arterial sistólica disminuyó significativamente en personas hipertensas.
¿Qué tipo de ejercicio es adecuado para pacientes hipertensos?
Durante el período de control estable de la presión arterial, realice de 4 a 7 ejercicios físicos por semana, con una duración de 30 a 60 minutos de actividad física de intensidad moderada cada vez, como trotar, caminar a paso ligero, montar en bicicleta, nadar, etc. La forma de ejercicio puede variar según la persona, pudiendo ser aeróbico o anaeróbico. Puede tomar el ejercicio aeróbico como principal y el anaeróbico como complemento.
La intensidad del ejercicio varía según la persona. El método de la frecuencia cardíaca máxima se utiliza a menudo para estimar la intensidad del ejercicio. La intensidad del ejercicio moderado es (220 - edad) × 60-70 %; el ejercicio de alta intensidad es (220 - edad) × 70-85 %. La intensidad moderada es adecuada para pacientes hipertensos con función cardiopulmonar normal. Los pacientes con baja presión arterial pueden reducir la intensidad del ejercicio según corresponda.
Hora de publicación: 09-sep-2023





